o ni tanto...
Tenía yo unos 23 o 24 años, y ya poseía mi pequeño negocio, pero seguía viviendo en la casa de mi Padre (de bendita memoria). Naturalmente no aportaba ni medio para los gastos. Ni se me ocurría, ni mi padre me lo pedía, ni había necesidad. Mi padre no era rico, pero si vivimos cómodamente. Da la casualidad que trabajamos en un rubro similar y que yo compraba cosas a mi padre, aunque él no era mi único proveedor. Mi padre era un cobrador implacable. Si la cuenta sumaba digamos s/501.20 no se conformaba recibir los 500 soles (a veces me faltaban monedas para completar) sino que me exigía el restante. Si no los tenía, no me cancelaba la factura, sólo ponía una nota de "a cuenta". Entre mi renegaba ¡Que tacaño es mi viejo, no me perdona ni un sol, ni un centavo!
Una noche, al llegar a mi cuarto veo al pie de la cama una caja de zapatos nuevos con una nota: Pruebalos, si no te quedan mañana los podemos cambiar. Hm...era un día cualquiera, no había motivo para dar regalos.
Los zapatos me quedaron muy bien, y en el desayuno, después de agradecerlos, le dije a mi Padre:
-Papa no te entiendo sinceramente. Eres implacable en cobrarme hasta un sol, y anoche me regalaste unos zapatos que como mínimo te costaron cien. ¿Por que, como es eso? Sabes que trabajo, no necesito que me regales calzado.
-Son cosas totalmente diferentes me contestó. Cuando te cobro este sol o fracción, estoy pensando en ti como en un cliente cualquiera. Además tu sabes que te hago un descuento adicional a la hora de vender.
Pero cuando ayer vi estos zapatos en el escaparate, pensé en ti como en un HIJO.
Así razonaba mi Padre. ¡ Descanses en paz mi viejo!
Que lindo relato!Una excelente leccion.
ReplyDeleteHombre de fuerte personalidad y mucho amor de padre. Cuando lo recuerdas, sigue vivo.
ReplyDeleteEsto es educar, saber diferenciar lo que es un hijo del hombre. Las responsabilidades que debemos asumir como personas y el cariño que debemos dar y recibir como hijos. Una buena lección.
ReplyDeletePero me temo que en estas épocas solo queda en relato, la mayoría de las veces.
ESTRELLA DEL SUR
Gracias Cololita 244, Nomi Y Estrella del Sur porsus lindas palabras. Un abrazo para los/as* tres.
ReplyDelete*Aunque sospecho que Cololita es una dama.
Si no me hablas en pesetas,me pierdo.
ReplyDeleteJa,ja,ja. Lo siento. Vivo en el Perú,de pesetas ni idea.
ReplyDeletePues se te entiende todo para ser extranjero...
ReplyDeleteHermoso recuerdo,Atti, y narrada así, parece un cuento de Navidad.....jeje.....y siempre es gratificante. Si tienes más anécdotas de tu padre.......ya puedes ir contándolas.......
ReplyDeleteUn muacks !
Si tengo algunos anécdotas de mi padre Bettina. Pero no son tan bellos, son de la II Guerra Mundial. A ver si mañana pongo el primero de la trilogía.
DeleteBesines
Qué recuerdos maravillosos.
ReplyDeleteMe alegra haberte conocido, pones en mi vida una nota de nostalgia
y agradecimiento.
Azteca.
Muchas gracias por tus lindas palabras para conmigo Azteca. Espero no defraudarte nunca.
DeleteMuak
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ReplyDeleteBella historia, gracias por compartir
ReplyDeleteFue un placer Karine.
ReplyDeleteMuak