Friday, April 20, 2012

Conocí un hombre feliz






Eran como las 8.45 am del día de ayer. Yo estaba en una cafetería céntrica tomando...un café 

pues. El local  por la hora, estaba vacío. Bueno, casi vacío. Había otro hombre sentado sólo, a 

algunas mesas de distancia.



En esto viene el mozo, y me dice: "El caballero aquél, de traje azul, viendo que Ud. también se

encuentra sólo, le pregunta si no sería mucha molestia juntarse, y tomar el café charlando un 

rato."


De acuerdo, le contesté. "La pena entre dos, es menos atroz." Como dice el dicho.

El hombre, vestido y aseado pulcramente se sentó a mi mesa, y trabamos en una convección 

amena, como de 45 minutos de duración. Tratamos temas de actualidad, de política, 

deportes.


Al final, viendo su reloj, se levantó para irse, dándome la mano en señal de despedida:


-Perdone mi torpeza,  me olvidé presentarme. Napoleón Bonaparte a sus órdenes.

-Perdón, le respondí...no escuché bien.

-Napoleón Bonaparte, Emperador de Francia.  Ahora por favor discúlpeme. Me esperan   

cosas importantes en Las Tullerias..Diciendo esto, se fue.


Una vez repuesto del shock...dije   !Acabo de conocer a un hombre verdaderamente FELIZ."
 

Os invito echar un vistazo al blog del amigo Jaume


No asustarse por favor. Está en catalán, pero existen los Traductores, ja ja .










6 comments:

  1. Mis disculpas por la pésima calidad visual del hilo. Me cansé de mejorarla, pero en vano. Incluso lo pasé por World y nada.

    ReplyDelete
  2. ¿Hay alguna posibilidad de saber de que asuntos hablaron en esos 45 minutos? Que envidia!!

    ReplyDelete
  3. Amir, la anécdota que has explicado me ha recordado a una escena de una pelicula de Jim Carrey!! :D

    PD. Muchas Gracias por difundir el blog "Hummus o Falafel?"!! :)

    ReplyDelete
  4. Yo me hubiera llevado un susto de los mil diablos de enterarme de que compartí un café con un loco. Te felicito Amir, tienes nervios de acero.

    ReplyDelete
  5. Para mi que no estaba loco, sino que te hizo una buena broma, y a la vez evitó que el desconocido con el que tomó un café sepa detalles sobre su vida. No es un loco, es un genio. Es una buena estrategia, creo que la voy a usar.

    ReplyDelete